32

Para cuando empieza a llover, el pánico me invade. Y no tengo ni idea de qué hacer. Estoy empapado cuando me agacho bajo un árbol.

Reviso mis bolsillos y mi riñonera en busca de algo que pueda ser útil.

Una nueva oleada de lágrimas me invade mientras me hundo en el suelo mojado y levanto las rodil...

Inicia sesión y continúa leyendo