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Carla permaneció sin palabras, incapaz de encontrar la palabra adecuada para decir. Todavía estaba de pie, atónita, cuando Layla salió de la habitación.

—Buenos días, Carla... —saludó Layla mientras se alejaba rápidamente; era sábado y había planeado visitar a Aurora hoy.

—Buenos días... —Carla lo...

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