150

Perspectiva de Gabriella

La puerta se abrió y lo vi, su mandíbula cayó. Me vi obligada a preguntar:

—¿Cómo me veo con esto? ¿Me veo rara, verdad?

—Luces magnífica, mi amor. —Se acercó y besó mis manos.

—Gracias. —Le sonreí.

—¿Vamos? —dijo él.

—Sí, vamos. —Tomó mis manos y caminamos lentamente....

Inicia sesión y continúa leyendo