CAPÍTULO 133

Excepto Hailey, quien subió a ver cómo estaban y ayudar a Stella a sentirse más cómoda. Era tarde cuando Scarlett y yo llegamos a nuestra suite para descansar. Mientras nos acostábamos en la cama, la abracé.

—¿Cómo estás, abuela? —pregunté.

—Mucho mejor ahora que sé que estás a salvo, papá. —Ambos n...

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