Capítulo 138

—Quemaste todo lo que tocaste —dije, con voz firme.

—Lo llamaste orden. Lo llamaste ley. Lo llamaste destino.

Las llamas parpadearon más alto, proyectando sombras en el salón destrozado.

—Pero siempre fue solo codicia.

Él señaló con un dedo tembloroso hacia mí.

—¿Y tú lo harías mejor? —escupió....

Inicia sesión y continúa leyendo