Capítulo 173

La línea dorada en el horizonte nunca se acercaba. A veces se movía. A veces se dividía en dos, o parpadeaba como una vela que se apaga en una habitación moribunda. Una vez, caminamos en su dirección durante medio día y nos encontramos justo donde habíamos empezado—al lado de una piedra con forma de...

Inicia sesión y continúa leyendo