Capítulo treinta y uno

La carretera por delante se sentía interminable.

Los días pasaban lentamente en esta búsqueda de lo desconocido, guiado solo por el instinto y el tenue tirón que había sentido desde que las palabras del Hollowborn hicieron caer todas las estrellas del cielo.

Había otro Bloodborn.

En algún lugar.

Y t...

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