Capítulo cincuenta y siete

La Desesperación de Chad

Chad ya se estaba moviendo.

Su espada cortó, arremetiendo contra el costado del dios.

Pero la hoja nunca aterrizó.

El dios levantó una mano, y el cuerpo de Chad se congeló en medio de la acción.

Como si el tiempo mismo se hubiera detenido.

Su respiración se detuvo en su gar...

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