Capítulo 100

Pero esta vez, no parecía que él me estuviera dejando atrás.

Era como si finalmente estuviéramos yendo en direcciones diferentes.

Tormentas nacidas del mismo cielo, desgarrando tierras separadas.

Ambos mortales.

Ambos inevitables.

Y cuando se perdió entre los árboles, me quedé sola otra vez.

Pero no...

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