65. LUCAS: LAS PIEZAS QUE FALTAN

Estaba demasiado distraído por su olor como para disfrutar de la reacción de Silas. Las vendas ensangrentadas habían sido atendidas, pero el olor aún persistía, o tal vez era yo el único que lo percibía. No tenía hambre, solo... quería probarlo. Sabía que la sangre de Ariana sabía tan dulce como olí...

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