Mañana y todos los días después

Ruedo en el delgado catre, con todo el cuerpo dolorido, y miro con los ojos entrecerrados el techo gris y apagado. La grieta en una esquina parece haber crecido otro milímetro desde la última vez que la revisé. No es que sepa cuánto tiempo ha pasado. No hay ventanas aquí y solo una puerta pesada de ...

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