Inicio

Cuando Dante estaciona el coche en la entrada de la casa que me hizo cambiar de opinión, la cual no he visto en más de un mes, algo en mi pecho se rompe.

—Estoy cansada —digo.

Él asiente.

—Estoy cansada de estar cansada —pongo mi mano en su mejilla.

Con un suspiro, Dante asiente de nuevo.

—Tengo vei...

Inicia sesión y continúa leyendo