Tiempo suficiente

Cierro los ojos en el suelo, en los brazos de Dante, y los abro de nuevo en algún lugar cálido, bronceado y solitario. A lo lejos, puedo escuchar voces. Me duele el estómago.

¡Mi estómago! Me incorporo de un salto, levanto la camiseta de "I Heart NYC" que cubre mi abdomen por alguna razón, y palpo ...

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