arrepentimientos

Para cuando finalmente me desplomo sobre Dante, satisfecha, el sol ya no se ve por ningún lado y la cena ha sido olvidada hace mucho. Mi piel se adhiere a las sábanas con sudor, y paso un buen rato recuperando el aliento.

Después de ese largo rato, miro a Dante. Esta noche no fue nuestra sesión más...

Inicia sesión y continúa leyendo