Capítulo ciento cinco

La miró fijamente, el shock estaba escrito en su rostro.

—¿Sutton... Warner?

—Sí.

Luca rodeó el escritorio lentamente, como si temiera que ella desapareciera o saliera corriendo como un animal salvaje. Sus ojos bajaron a su estómago, se detuvieron allí, luego subieron de nuevo a su cara. El alivi...

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