Capítulo sesenta y uno

El suave susurro de la tela era el único sonido en el baño mientras Roman desabotonaba su camisa, cada movimiento lento atrayendo los ojos de Blair hacia arriba como un imán.

El vapor se aferraba al aire, enroscándose alrededor de su piel, ya cálida y húmeda por el baño. Pero no era nada comparado ...

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