Capítulo 134

Después de un rápido saludo y beso a mi madre, me puse el teléfono en la oreja. Un segundo después, la voz que no había tenido el valor de escuchar, sin querer morir, apareció en la línea.

—Hola... por favor, por favor no me cuelgues... Esperaba que pudiéramos hablar y reconsideraras... Sé que tien...

Inicia sesión y continúa leyendo