Capítulo 39

Jose fue el siguiente en entrar en pánico, gritando mi nombre y buscando al otro lado del bote.

—¡MIA... ESTO NO ES DIVERTIDO!

Uno de los tripulantes me llamó en un tono que me decía que no jugara.

—Si estás bien, al menos di algo, por favor, antes de que tenga que llamar a tus padres y despertar...

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