Capítulo 48

Llegamos a la Isla IveyRose en tiempo récord gracias a que el agua estaba tan calmada y a mi gran habilidad para conducir, y fuimos recibidos por el Sr. y la Sra. Beckerman.

—Bueno, veo que tu padre tenía razón, jovencita, ya eres una gran capitana y manejas esa Gran Dama como si fuera un bebé. Qui...

Inicia sesión y continúa leyendo