Capítulo 10

Damon me miró como si no hubiera hecho nada. Cuando intenté levantarme, ni siquiera se movió. Me agarró la cintura tan fuerte que no pude alejarme de él.

Me estremecí cuando apretó su agarre sobre mí. —Quédate quieta, Roseana. Estoy tratando de calmar mi enojo hacia ti—. Habló ferozmente. Cerré los...

Inicia sesión y continúa leyendo