Capítulo 11

Me quedé inmóvil en la cama, aún perpleja por lo que acababa de ocurrir. Lo que pasó no ha terminado de registrarse en mi cabeza, o tal vez mi cerebro se niega a procesar lo que él me hizo.

—¿Qué estás haciendo? —pregunté, sorprendida.

Cuando sentí el dolor en mis nalgas, exclamé. Dios, ¿realmente...

Inicia sesión y continúa leyendo