Capítulo 59

ROSEANA

—Vamos —le pedí.

Lo ayudé a levantarse. Sostuve su brazo mientras lo ayudaba a ponerse de pie. También pagué las cervezas que bebió.

Salimos del club apresuradamente. Creo que tengo un fuerte apego a mi ángel de la guarda porque, aunque nos tomó un tiempo salir del club, nadie nos not...

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