Capítulo 6

ROSEANA

—¡Buenos días!— saludé a Damon con entusiasmo cuando entré en su habitación. Lo sorprendí frente al espejo, poniéndose el reloj.

Lo vi mirarme a través del espejo. Le sonreí ampliamente. Si mi sonrisa hubiera sido más brillante, podría haberlo cegado.

—Oh, solo estoy recogiendo la rop...

Inicia sesión y continúa leyendo