Capítulo 60

Mis cejas se fruncieron cuando lo vi sonreír como si hubiera cometido una maldad.

—¿Por qué sonríes? —pregunté.

Él solo seguía sonriendo. Si no lo conociera, pensaría que se estaba volviendo loco.

—Nos besamos —respondió con una sonrisa. No pude evitar levantar una ceja al escuchar lo que dijo.

...

Inicia sesión y continúa leyendo