Capítulo 6 ¿Su Tío?, ojalá no fuera cierto.

Alessandro se sintió asqueado, tomó sus cosas y se fue de inmediato a su apartamento desesperado buscó información en las redes de todo lo relacionado con su familia y sintió como se le caía el alma al suelo.

“¿Cómo es posible?, entre millones de personas con quien pude encontrarme lo hice justo con ella y además sentir finalmente una cercanía por primera vez con alguien y que justo ella sea un amor prohibido”

Ya sabía que su  hermano mayor Leonardo era presidente de otra de las compañías de su padre y antes de su partida conoció  a su primer hijo, Lorenzo, pero a través de la redes estaba enterándose de que luego tuvo otro hijo llamado Francesco al cual tampoco conocía.

“Estaba tan centrado en cómo arruinar económicamente a mis hermanos que no me enfoque en investigar su vida personal, sus hijos no son culpables de lo que pase pero ellos y mis padres si”.

Luego fue el turno de su hermana Sofía, por su parte tuvo solamente a las gemelas con un médico reconocido de la ciudad, dueño de al menos dos clínicas prestigiosas además de otros negocios.

Y allí entre las fotos sin dejar nada en las dudas estaba Alice abrazada a su madre en algún evento, “Soy un asco, una basura, me acosté con mi propia sobrina, esto no tiene perdón y soy el único responsable”.

“No puedo decirle nada a Alice por ahora, eso la destruiría, la haría sentirse sucia tal como me está pasando a mi, prefiero que primero me odie para que el dolor sea más tolerable”.

En ese momento le llegó un mensaje de ella, 《Hola, te busqué a la salida pensé que te habías quedado un poco más, ¿todo bien?, se me hizo extraño que no me avisaras que te ibas》

《Lo siento, no me siento bien y vine directamente a casa》

《Entonces pasaré por allí para hacerte de cenar y cuidarte 》,ofreció Alice preocupada.

《No quiero contagiarte, tranquila seguramente con descanso se me pasará》

《De acuerdo, si es lo que quieres》

《Si, apagare el celular y me acostaré a dormir 》

《Te siento extraño, ¿seguro todo anda bien?》

《Si, todo esta bien》

“No sé ¿por qué?, pero tengo un mal presentimiento, no me creo lo de que está enfermo, algo debió ocurrir”.

Y el presentimiento al siguiente día se cumplió pues apenas llegó Alice su hermana se acercó, —Buen día.

—Hola, ¿tu visitandome tan temprano en mi puesto?, ¿a qué debo el honor?

—Quiero saber como jefe de recursos humanos si ocurrió algo malo entre tu y el señor Antonelly.

—No, ¿por qué?, ¿qué ocurre?

—Me envió un correo ayer en la noche solicitando que a partir de hoy su mano derecha, su asistente, sea Cristina.

—¡¿Qué?!, ¿por qué?

—No me dio razones, él aún no ha llegado por eso viene a preguntarte.

—Estoy tan sorprendida como tú, ayer él se fue de prisa y me comentó que se sentía mal pero nada más.

—Es su decisión y debo acatarla, así que a menos que cambie su opinión ya no ejercerás esas actividades.

Alice como siempre intentó hacerse la dura y respondió quitándole peso al asunto, —No te preocupes, eso me alegra pues voy a poder dedicarme de lleno a mi trabajo.

—¿En serio estás bien con esto?—, preguntó su hermana quien la conocía realmente y por su aspecto sabía que le había disgustado.

—Estoy bien, mejor así, de un principio yo no quería ese puesto porque tengo mucho trabajo.

—Nos vemos a la salida para tomar un trago, creo que a ambas nos hace falta.

—Si, me parece bien.

“No entiendo nada, hasta ayer todo parecía ir bien, ¿y ahora esta actitud?, pareciera estarme haciendo a un lado por completo, pero esto no se va a quedar así”.

En cuanto lo vió llegar fue directo a su oficina y entró aunque la secretaria intentaba impedirlo, —Buenos días, señor Antonelly necesito hablarle un asunto.

La secretaria se mantenía pero Alessandro le hizo un gesto de que podía irse, había sido una tontería creer que ella aceptaría de forma sumisa el cambio.

—De acuerdo Alice, te escucho.

—Solo dime ¿por qué?

—Pedí tu cambio porque creo que tenerte a mi lado no es profesional, constantemente estoy distraído y….

—No es sobre el puesto, me vale madre el cargo.

—¿Entonces a qué te refieres?

—¿Por qué cambiaste?, ¿ya te aburriste de mí?

—Quiero enfocarme en mi trabajo, es lo mejor.

—¿Lo mejor para quién?

—No quiero herirte, solo dejemos todo en el pasado.

—¿Para eso estuviste detrás de mí por semanas?, ¿acaso querías vengarte por algo?, ¿por eso me hiciste interesarme para luego dejarme?

—Alice, yo…

—Tranquilo, solo quería que me lo dijeras de frente, que tuvieras los pantalones para admitirlo y no desviar mis llamadas o dejar en visto mis mensajes.

—Lo siento.

—No es como si me fuera a morir por ti, apenas era un romance aún no tenía algún sentimiento además de la atracción física, así que limitémonos a una comunicación solo por trabajo.

—Es lo mejor, no te merezco.

—Por favor no subestimes mi inteligencia con comentarios como ese.

Luego de esto Alice dejó la oficina con el alma por el suelo, “No voy a llorar, ni mostrar mis sentimientos y menos con la sonrisa de satisfacción con la que me está observando Cristina”.

El día se le hizo largo para Alice, evitó a toda costa ver a Alessandro incluso buscó una excusa para visitar a un cliente pero nada la ayudaba a mejorar su humor.

Una vez salió le pidió a Giulie ir a su apartamento le apetecía ahogar sus penas en alcohol pero sin volverse a exponer, apenas llegaron le contó todo lo ocurrido entre Alessandro y ella.

—¿Por qué no me lo dijiste antes?

—Tenía días con ganas de contarte pero me sentí un poco avergonzada de haber perdido la cabeza y con un completo desconocido.

—No te hubiera puesto en una situación vulnerable, no debieron trabajar juntos.

—Imagínate cuando lo encontré en la empresa y además era un superior, pero ya todo ha terminado.

—¿Por qué?

—No lo sé, de un momento a otro cambió de opinión pero ya no quiero pensar en eso.

Giulie la abrazó, —Todo pasará, estoy segura que vendrán tiempos mejores—, dijo intentando consolarla a pesar qué ella también estaba pasando por un mal momento.

Ese sábado Alice, estaba más callada que de costumbre lo cual llamó la atención de su madre, —¿Te pasa algo?, ¿te comieron la lengua los ratones?

—No, solo estoy un poco cansada, no he dormido bien en los últimos días.

—Toma un té o haz meditación, tienes ojeras y tu piel se ve seca, debes cuidar tu aspecto.

—Así lo haré mamá—, aceptó sin ánimos para confrontaciones.

—Este viernes será el aniversario de la compañía, ¿está todo listo?—, preguntó Sofía a Giulia.

—Si madre, no te preocupes, ya solo falta ultimar unos detalles.

—¿Asistirá el nuevo CEO?

—Por supuesto, madre, en un principio había declinado la invitación por un compromiso personal pero ya confirmó que asistirá.

—Ya han pasado tres meses desde su contratación, deseo conocerlo personalmente además que debo tratar con él sobre la reciente venta de acciones de la compañía.

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