CAPÍTULO 10 - SEDUCCIÓN PERVERSA

Al principio, pensé que diría que no, pero el maldito hombre simplemente accedió a mis deseos. Incluso sonrió ampliamente ante la perspectiva de tener mi cuerpo. Antes de bajar a desayunar, me pregunté si había tomado la decisión correcta al ofrecérselo.

¿Fui imprudente?

Tal vez lo fui.

No obstante...

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