CAPÍTULO 14- SEDUCCIÓN PERVERSA

Mi propuesta sorprendió enormemente a mi guardaespaldas. Al principio, pensé que rechazaría mi oferta, pero el maldito hombre no dejó que una oportunidad única se desperdiciara. Aceptó ser mi compañero en la cama, sin ataduras.

Al principio, ambos queríamos satisfacer nuestros deseos sexuales. Él e...

Inicia sesión y continúa leyendo