CAPÍTULO 33 - SEDUCCIÓN PERVERSA

Robert permaneció en silencio y frunció los labios en respuesta, ¡y yo fruncí el ceño! ¿Estaba bajo la impresión de que podía intimidarme con una mirada severa en su rostro? ¡Tiene que replantearse su posición! Me alejé mientras él caminaba hacia mí como si fuera a besarme. Tan pronto como se acercó...

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