Capítulo 483: Cumplir los propios deseos

Después de terminar los negocios, Malcolm no pudo evitar preguntarle a Reese:

—¿Cómo entraste aquí?

Reese se encogió de hombros:

—Entré caminando.

Justin, que estaba cerca, se rió. Reese siempre tenía una manera de hacer que las cosas sonaran simples.

Malcolm puso los ojos en blanco:

—No es es...

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