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ARIA

—¿Puedo traerte algo más? —pregunté, mostrando mi mejor sonrisa de atención al cliente, aunque por dentro me estaba muriendo. Mi abdomen sentía como si tuviera un cuchillo clavado que se retorcía y luego se volvía a clavar.

Estaba en dolor, por decir lo menos.

—Solo la cuenta, por favor —mur...

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