Capítulo 108

Estamos todos absolutamente en silencio en la limusina de camino a casa. Kent se sienta en la esquina trasera del coche, junto a la puerta, con la frente apoyada en la mano y mirando hacia sus rodillas. Aunque está quieto y callado, puedo sentir la tensión que emana de él: una mezcla de ira, ansieda...

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