Capítulo 165

Cuando abro la puerta principal de mi casa en la costa, me siento un poco consternada, pero de alguna manera, no sorprendida, al ver a Iván parado allí.

—¿En serio? —gruño, moviéndome para cerrar la puerta de un golpe.

Pero él extiende un brazo, deteniéndome—. Solo quiero hablar, Fay.

Lo miro con...

Inicia sesión y continúa leyendo