Capítulo 47

Iván se ríe de mí, de mi falta de palabras, y no puedo evitarlo – yo también me río, poniendo mi cabeza entre mis manos.

—Sí —digo, sonrojándome terriblemente—. He oído hablar de ti. Y debo decir que no todo ha sido bueno.

—Vamos —dice él, todavía riendo un poco—. No puede haber sido todo malo.

M...

Inicia sesión y continúa leyendo