Capítulo 87

No puedo evitarlo, entonces, giro mi rostro hacia Iván, un pequeño gemido en mis labios que él arrebata con su boca sobre la mía.

Lo beso sin recordar respirar, tan hambrienta de él que me olvido de mí misma – hambrienta de su alegría, su risa, su facilidad y sus bromas – la forma en que me permite...

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