Capítulo 108

A pesar de sus protestas, me alejo ligeramente, lo que quita mi pene de sus adoradoras manos, pero necesito saborearla. Devorar tanto de ella como pueda antes de que mi pene tome el escenario. Con un ligero empujón, separo aún más sus piernas y el embriagador aroma almizclado que es tan único de ell...

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