Capítulo 34

—Sí, supongo que sí —accedió él, luego se inclinó sobre la mesa, su mirada fija en la de ella—. Pero solo para que lo sepas, a veces cuando te observo, es porque te encuentro fascinante y deslumbrante, y no puedo apartar mis ojos de ti.

Ella lo miró boquiabierta, mientras él se recostaba y levantab...

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