Capítulo 35

—¿Cómo? ¿Cuándo?

—Pronto —le aseguró él—. Tengo que irme, muñeca. Solo quería que supieras que aguantes.

—Bobby, no te atrevas a colgarme. ¡Bobby! ¡Maldita sea, Bobby! —Se dio cuenta de que estaba gritando al tono de marcado y casi tiró el auricular de vuelta en la base—. Olvida las consecuencias....

Inicia sesión y continúa leyendo