Capítulo 99

No puedo evitar suspirar. Después de acomodarme detrás de mi escritorio, entrelazo mis manos y la miro de frente.

Ella avanza y coloca una carta sobre la mesa. No necesito mirarla para saber qué es.

Luego comienza su discurso:

—Señor, realmente aprecio las oportunidades que se me han otorgado aquí,...

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