Capítulo 30

El coche se detuvo y de repente me sacó de mi estado de reflexión al darme cuenta de que ya estaba frente a mi edificio de apartamentos. Jugando inconscientemente con la pulsera, salí del coche de Keith y me giré para despedirme, pero ya lo vi alejándose. Un profundo suspiro escapó de mi boca mientr...

Inicia sesión y continúa leyendo