Capítulo 5
Observé su espalda mientras miraba directamente hacia el mar. Después de esa jugada que hizo en mi universidad, me llevó hasta el mirador del mar y se quedó cerca de la barandilla mientras contemplaba el océano, la brisa marina nos golpeaba y se volvió incómodo para mí debido a su silencio y también por el hecho de no saber qué preguntarle sobre lo que hizo allí. Aclaré mi garganta y caminé hacia él, eligiendo pararme justo detrás de él, dándole algo de espacio para que se girara y hablara conmigo.
—¿No vas a explicar? —pregunté y vi cómo su espalda se tensaba antes de que se girara y se quitara la sudadera con capucha.
¿Qué le pasa que siempre lleva una sudadera con capucha a esta hora del día?
—¿Explicar qué? —preguntó y entrecerré los ojos mientras él solo me miraba a través de sus gafas.
—La jugada del prometido que acabas de hacer... hace unos minutos... ¿recuerdas? —dije, dándole tiempo para pensar aunque no era necesario.
—Oh —fue todo lo que dijo mientras metía las manos en los bolsillos de sus pantalones.
—¿Oh? —cuestioné.
—¿Eso es todo? ¿Todo lo que dices es un 'oh'? —pregunté de repente, molesta con él. ¿Qué le pasa?
—¿No fuiste tú quien me dijo que no querías esta relación arreglada que nuestras familias nos han impuesto y que íbamos a rechazarnos mutuamente? ¿Qué pasa con que aceptes verme de nuevo y qué pasa con esa jugada que acabas de hacer en mi universidad? Mis amigos ciertamente me van a preguntar sobre eso y ciertamente no tengo una respuesta de por qué de repente tengo un prometido... ¿y tu respuesta es un 'oh'? —para cuando terminé, él miraba hacia el suelo como si en ese momento la carretera fuera más interesante que mi conversación y eso me enfureció aún más.
—Tú a—
—¡Relájate! —me interrumpió y fruncí el ceño mientras cruzaba los brazos sobre mi pecho esperando a que hablara.
—Cálmate un poco —añadió en un murmullo que era tan difícil de escuchar, pero el hecho de que estaba mirando sus labios me facilitó sincronizar mentalmente lo que decía y entendí todo lo que estaba diciendo.
—Primero que nada —suspiró mientras me miraba a los ojos y luego se frotó la barbilla con la mano antes de hablar—. Me disculpo por lo que hice —dijo y apreté los labios, esperando a que continuara.
—Y puedo explicarlo.
—¡Adelante! —le urgí a continuar y él asintió antes de responder—. Mira, mi familia ha estado detrás de mí queriendo que me lleve bien contigo porque aparentemente mi padre y tu padre son amigos y quieren ser socios comerciales. Así que, en otro sentido, tienen este motivo de seguridad entre ellos y eso somos nosotros. Quieren que nos llevemos bien y nos casemos y cuidemos de la empresa, pero el problema es... —se detuvo y entendí que quería decir que no estaba interesado en esta relación arreglada y yo tampoco estaba de acuerdo con esto.
—Entiendo, ¿y entonces? —pregunté y él continuó—. Entonces, la cosa es que no importa cuánto intentemos y les digamos que no nos gustamos o que no nos llevamos bien, no van a escuchar. Tienen su mente fija y están detrás de este motivo, de juntarnos. En el sentido de que cuanto más intentamos alejarnos, más intentan forzarnos e incluso entrometerse en nuestras vidas. Así que, para superarlo, tengo un plan —dijo y me puse inquieta por escucharlo porque sabía que todo lo que acababa de decir era cierto. No solo su familia, sino que mi padre ha estado detrás de mí desde que escuchó a la Sra. Leila Devlin queriendo que me lleve bien con su hermano, Keith. Aunque, al principio, pensé que el motivo de mi padre era solo amor paternal queriendo que me lleve bien con alguien, verlo presionarme y urgirme a conocer a Keith una y otra vez me dio la idea de que era algo más y eso probablemente era, dinero y poder.
De alguna manera, me encontré interesada en saber la idea de Keith para salir de la situación, y ansiosamente me quedé allí esperando a que me contara el plan.
—Finjamos llevarnos bien y aceptemos este matrimonio arreglado por ahora —terminó y estaba segura de que mis ojos eran del tamaño de un plato mientras lo miraba boquiabierta por su plan completamente estúpido.
—¿Estás fuera de tu mente? ¿Cómo puedes siquiera...?
—Escúchame. Déjame terminar. ¿Por favor? —pidió y aunque estaba resoplando, elegí quedarme callada y asentí, dándole la oportunidad de continuar.
—Dije que finjamos. Al menos dejarán de forzarnos a llevarnos bien o a vernos. Podemos hacer lo que queramos y al mismo tiempo tendremos suficiente tiempo para pensar en algo para salir de esta situación —terminó y por segunda vez mi mente se llenó de anticipación pensando en ello una y otra vez. Lo que quería decir era engañar a nuestra familia. Nunca podría engañar a mi padre. No me importa lo que haga y lo que tenga para mí, pero aún así, nunca podría engañarlo. Y pensar en ello una y otra vez me hizo rechazar su plan. Podría salir fácilmente de la situación y para eso no necesito engañar a nadie.
—No —murmuré y él me miró mientras inclinaba la cabeza.
—¿Perdón? —preguntó y con más confianza, respondí—. Dije, ¡NO! ¡No puedo!
—¿Puedo saber por qué no? —preguntó.
—Porque lo que me estás pidiendo es engañar a mi padre. ¿Estás en serio? No sé tú, pero yo no voy a hacer esto. Simplemente iré directamente a mi padre y le diré que no voy a hacer esto. Es tan fácil como eso. Y hablando de forzar o presionar, puedo lidiar con eso. Conozco a mi padre y definitivamente entenderá —dije y me di la vuelta para irme, pero me detuve cuando llamó mi nombre.
—Vienna,
Me detuve en seco y esperé a que continuara.
—¿Estás segura de que puedes manejar a tu padre? —preguntó y eso me hizo levantar una ceja y sentir la ira ardiendo en mí. Estaba lista para lanzarle algunas indirectas cuando continuó—. ¿No vas a preguntar por qué me referí a mí mismo como tu prometido ante todos? —y eso me hizo girarme con una expresión de duda—. ¿Qué quieres decir? —pregunté.
—Fue porque tu padre ha organizado una conferencia de prensa para anunciar nuestro compromiso. ¿Sabes cuándo? Mañana —terminó y eso me hizo atragantarme con mi propia saliva, sin poder creer sus palabras.
—T-Tú estás mintiendo —logré decir y todo lo que hizo fue quitarse las gafas y frotarlas en el dobladillo de su camisa antes de ponérselas de nuevo, mientras exhalaba—. ¿Y por qué lo haría?
Retrocedí unos pasos pensando en ello una y otra vez.
Conferencia de prensa
Compromiso
¿Qué está pasando?
¿Por qué papá me haría esto?
—¿Por qué haría esto? —expresé mis pensamientos y él se encogió de hombros—. ¿No lo entiendes? Quieras o no, nuestras familias ya han tomado las decisiones y van a hacerlo. No tenemos más opción que seguirles el juego y si juegas conmigo, te aseguro que sacaré a ambos de esta situación —dijo y dio algunos pasos hacia mí, pero yo retrocedí queriendo mantenerme alejada de él.
—¿No entiendes? Dije que no voy a hacer esto. Si es verdad, entonces voy a hablar con mi padre en este mismo instante y hacer que cancele este compromiso. Espero que no tengamos que hacer esto y no tengamos que vernos de nuevo —me di la vuelta y me alejé mientras rápidamente sacaba mi teléfono de mi bolso y llamaba a un taxi. Todo el tiempo, sentí como si mi cerebro fuera a estallar por la cantidad de presión que me puse intencionalmente preguntándome una y otra vez por qué mi padre me haría esto y cómo Keith podría pensar en algo así.
Y si lo que dijo era verdad, entonces me preparé para la rabia que posiblemente sentiría en el futuro si mi padre no cancelaba el compromiso.
