44. Alekos

Maldita Giselle por ponerme en esta posición en primer lugar.

—Otro error y te llevaré al Refugio Sangriento.

Giselle entiende rápido que todavía es la que debe encargarse del Refugio. —¡Muchas gracias, Maestro Alekos!

Intenta besar mi mano derecha para mostrarme lo agradecida que está, pero la ...

Inicia sesión y continúa leyendo