Terribles giros y vueltas

Daemon casi había matado a su hija, pero al final la dejó ir.

Por primera vez ante los ojos de todos, Daemon fue capaz de detenerse y mostrar misericordia. Pero la ira en él aún se podía ver.

—¡Capitán Frey! —llamó.

—Sí, su majestad.

—Ve y recupera a esos esclavos humanos. Tráelos de vuelta lo m...

Inicia sesión y continúa leyendo