Capítulo 51. Bajo la mesa.

Elira Vassile

La copa en mi mano estaba medio llena, pero mi paciencia… peligrosamente vacía.

Lo vi acercarse como si el maldito suelo del bar se partiera en dos a cada paso que daba. Killian Deveraux, en toda su gloria sombría y arrogante, con ese traje impecable y el gesto de quien viene disp...

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