Sebastian

—No estoy atrapado aquí, Paige. Nunca lo he estado.

De repente, todo el alcance de su misión personal aquí se había puesto patas arriba. No había damiselas en apuros aquí, solo infiltrados y engañadores. Era afortunado que estos fueran roles con los que ella se sentía cómoda.

—¿Cómo se llaman tu g...

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