Capítulo 120

El aire apestaba a sangre y ceniza.

El amanecer aún no había llegado cuando comenzó el ataque—coordinado, brutal y preciso. Los rompehechizos de Noctis se movían en silencio a través de la niebla, drenando las protecciones del perímetro. Los exploradores de Silverwilds los seguían como espectros en...

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