Capítulo 144

La habitación infantil estaba tenue, iluminada solo por el suave resplandor de los apliques de pared y el parpadeo de una vela junto a la cuna. Alaric finalmente se había acomodado, su pequeño cuerpo acurrucado en el sueño, la cola de lobo moviéndose de vez en cuando con algún sueño que nunca record...

Inicia sesión y continúa leyendo