Capítulo 164

El salón era un caos.

Terciopelo, seda y brocado bordado se derramaban por los sillones y sillas bajas. Los sastres revoloteaban como pájaros ansiosos, con los brazos llenos de alfileres y bocetos, murmurando en tres idiomas sobre la altura del cuello y la tensión del hilo. Uno estaba ajustando la ...

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