Capítulo 190

El carruaje se detuvo en el borde de la plaza.

Alaric salió primero.

El viento olía a polvo, magia refrescante y algo ligeramente metálico—como viejos cables que habían sido rehilados con runas encantadas. Ante él se extendían los huesos reconstruidos de Cindervale, la ciudad que una vez ardió y a...

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