Capítulo 210

La sala de comedor estaba tranquila esa mañana. Sin asesores. Sin guardias. Sin sombras del consejo acechando detrás de pergaminos y susurros. Solo una jarra de té de azahar, pan caliente, fruta y silencio.

Ronan se sentaba junto a la chimenea, aún en su bata, con el cabello medio trenzado. Se veía...

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