Capítulo 23

Dimitri estaba sentado en su tienda, la tenue luz de la linterna proyectando sombras en las paredes. Un cáliz de sangre descansaba en su mano, sus dedos girando perezosamente el líquido carmesí mientras su mente divagaba. Miraba la bebida, sus ojos azules afilados con pensamientos.

El paño de la ti...

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